El consumo de carne se derrumbó a niveles históricos y tuvo impacto en la baja de la inflación
El consumo de carne en Argentina ha caído un 20% en los últimos seis meses, volviéndose un lujo para muchos hogares. Como consecuencia, el precio promedio se estancó en $7.445 por kilo en julio, lo que representa una disminución del 16% en términos reales comparado con finales de 2023. Aunque los precios bajaron, siguen siendo altos en relación con el promedio histórico de 2007 a 2023. Esta caída en el costo de la carne contribuyó a la disminución de la inflación, ya que la carne es una parte significativa de la canasta de consumo para calcular los índices de precios.
La disminución del consumo de carne vacuna está ligada a la caída del poder adquisitivo y a la baja en la actividad económica, llevando a un ajuste en el gasto en alimentos. Este descenso alcanzó niveles históricos bajos y evidencia la difícil situación económica de la clase media y los sectores más vulnerables en Argentina. Para revertir esta tendencia, sería necesario un aumento en los salarios, mejoras en la producción ganadera y un ajuste en los impuestos para consumo interno y exportaciones, lo que podría ayudar a aumentar el consumo y mantener precios accesibles.
