Velan a los dos jóvenes que murieron en Baradero y los familiares culpan al director de tránsito

chicoss2-400x275Los adolescentes Miguel Portugal y Giuliana Giménez, muertos hoy al chocar con su moto contra una camioneta de la Municipalidad de Baradero, comenzaron a ser velados esta noche. Por su parte, el Concejo Deliberante, en una reunión de urgencia llevada a cabo esta tarde tras los disturbios generados luego del accidente, expresaron su solidaridad «con las familias de las víctimas».

Con la firma de 14 ediles, el cuerpo legislativo comunal afirmó que exigirán que «cada uno asuma la responsabilidad que le corresponde llegando hasta las últimas consecuencias». «No dejaremos que quede este hecho impune, en pos de resguardar la paz social y la seguridad de cada uno de los habitantes de esta ciudad», sostuvieron, a la vez que expresaron su «disposición al diálogo» para que la ciudad retorne a la calma.

Los restos de los jóvenes son velados en la Escuela Industrial
Los restos de los jóvenes son velados en la Escuela Industrial

El padre de uno de los adolescentes muertos culpó del hecho al director de Inspección General de la comuna, Pablo Scarfoni.

Hugo Portugal, padre de Miguel, uno de los dos adolescentes de 16 años fallecidos esta madrugada, se desempeñó hasta hace «tres años» en la Dirección de Tránsito, trabajó a las órdenes Scarfoni y decidió abandonar su puesto porque el funcionario pedía a sus subordinados que detuvieran «como sea» a los infractores.

«Trabajé hasta hace tres años como inspector y me retiré porque (Scarfoni) nos decía que corramos a los chicos y los paremos como sea. Yo no lo sentí así. Por una infracción nos hacía arriesgar la vida de los chicos», dijo el hombre en la puerta de la escuela donde fue velado su hijo. Según Portugal, el director de Inspección General de Baradero recomendaba «abrir la puerta» de los vehículos oficiales al paso de las motos o «chocarlos».

En declaraciones a la prensa, Portugal admitió que en varias oportunidades dialogó con su hijo para pedirle que «anduviera despacio con la moto» que manejaba al momento de morir y que, según afirmó «tenía pedido de captura».

Los padres de Miguel le habían comprado el rodado para concurrir a la escuela, debido a que vivía lejos. «Los inspectores no actuaron bien, no tienen derecho a encerrar una moto y quitarle la vida a dos criaturas. Hay inspectores que conocen a mi hijo, me conocían a mí. Yo los conozco a todos», afirmó.

El hombre, en tanto, reconoció que en medio de los incidentes protagonizados por los habitantes de la ciudad quiso calmarlos. «Eran muchos, yo estaba solo. Intentaba que se haga justicia, pero no de esa forma. Tiene que ir preso el que cometió un delito, más alla de que mi hijo haya sido infractor», finalizó.

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