V.O.S. en San Pedro: crónica de un viaje por La Tosquera y la Buena Moza
Viernes 15- 4am. Tres autos cargados salen de la calle 67 esq. 117 rumbo a la ciudad de San Pedro. Más de 200 km de viaje los espera, el camino está resbaladizo y la llovizna que se refleja en los faroles de luz de la calle dificultan la visión a sus tres conductores. Gilda, Caro y Nico sortean con cautela cada semáforo hasta llegar a la rotonda de la autopista Buenos Aires- La Plata que los acercará a destino. La lluvia no cesa y hace más lenta la marcha, sin embargo, Gilda aprieta el acelerador y llega con su copiloto, Angie, antes que Caro, Martín y Katy, el primer equipo, y Nico, Vity y Fabi, el segundo, a buscar a Nati por una esquina porteña, tal como habían acordado el día anterior.
Ahora los tres automóviles se ponen a la par y cerca de las 9 am ven, a lo lejos, a tres chicas con pelucas que les hacen señales. De inmediato las reconocen porque a su particular peinado se sumaba que las tres vestían remeras blancas con una inscripción que rezaba: “V.O.S.”. “Llegamos a casa”, pensaron los jóvenes.
Eran Flopy, “la Richi” y Doris, las otras integrantes de la ONG “Voluntades Organizadas en Salud” -“V.O.S.”- que gracias a su gran trabajo de articulación con las autoridades sanpedrinas habían gestionado que sus compañeros de V.O.S. tanto como los locales y los capitalinos que faltaban llegar, pudieran hacer una doble jornada de salud pública en dos barrios marginales y con escasa cobertura médica.
Hacía frío, el agua caía incesantemente sobre el acceso de tierra de La Tosquera, un barrio de la periferia de San Pedro. Allí, para ir al Hospital, la comunidad debe caminar 8 km sobre calle de tierra para tomar el colectivo que pasa tres veces en el día ya que en el centro sanitario local la atención médica es irregular.
Decenas de escolares esperaban el arribo de estos visitantes, aunque algunos se ausentarían porque sus padres no querían que se mojaran o embarraran la única ropa que tenían o, quizás, que se engriparan (¡con lo que costaba llegar a la ciudad para ser atendidos!, pensó alguna madre)…Pero el clima no impidió que los viajeros pudieran atender, educar y jugar con los nenes. Los había de todas las edades, alturas, peso, color de pelo y personalidad y todos pusieron su capacidad de reír a disposición de V.O.S.
La Tosquera es un barrio de difícil participación y el mal clima hizo que sólo se pudiera estar bajo techo y encerrados entre paredes. Un lugar donde el esfuerzo de las docentes, la garra de los voluntarios -algunos con experiencia y otros con igual entrega-, y la necesidad de diversión y contención de esos chicos hicieron que se pudiera trabajar sin problemas. “Es increíble ver cómo la organización que tienen, estamos muy agradecidos”, esbozaba satisfecho el subsecretario de Salud local, Dr. Julio Caraballo, tras acercarse a la escuela.
Después de jugar y cantar en ronda, un nuevo personaje se integraba al barrio, “Tosquita”, tal como la bautizaron los chicos, una perra marrón y blanca con moño rosa y grandes dientes, que les enseñó a cepillarse correctamente.
Luego, en otra aula, Flopy (con Timoteo en panza), “la Richi”, Doris y Vity, aún empelucadas, organizaban un juego-taller de nutrición donde una nena de pecas oscuras gritaba “¡Tomate!” ante la pregunta sobre “¿Un alimento color rojo que conozcas?” alentada por un dado gigante que circulaba por la ronda. Cuando les tocaba un número debían responder a una pregunta vinculada a los alimentos u hábitos alimenticios que seguían. Además, las chicas hacían controles de peso y talla, edad, escolaridad y de las vacunas que tienen dadas según la edad.
A lo más grandes, alumnos de la secundaria de La Tosquera, fue la Educación Sexual el tema que los reuniría en una larga charla taller brindada por las trabajadoras sociales y nutricionistas de V.O.S.
En simultáneo, los odontólogos del grupo, abrían bocas ajenas más de lo humanamente posible para desactivar jóvenes caries y hacer limpieza de dientes, muelas, colmillos y otras yerbas. Las aulas devinieron consultorios odontológicos y los bancos, duros sillones necesarios, paradójicamente, para la comodidad del paciente. No había gritos ni llantos de dolor, sólo risas, bullicio y crujidos de pies que iban de un lado a otro de los salones probándose sombreros y pelos de colores.
AL finalizar la ardua jornada de trabajo, y tras mutuos agradecimientos de voluntarios, directivos, niños y adolescentes, el Instituto de Menores con régimen abierto los fines de semana cedido por la Secretaría de Desarrollo Humano, a cargo de Prof. Dalmi Butti, sería el lugar de descanso nocturno. Hasta allí se acercó una tanda de novatos que llegaban de pagos capitalinos, Paula, Lore, Diame, Rosa, Andrea, Cabeza y el Gato, se unían a los veteranos de V.O.S.
Sábado 16- 7.30 am. “Here comes the sun” interpretada por Los Beatles sonaba una y otra vez desde el celular de Angie. Y era cierto, “aquí llega(ba) el sol”…una mañana fresca y luminosa abrigaba al grupo que se disponía a llegar al Paraje La Buena Moza. A pesar de ser sábado, las directoras de la primaria y del Jardín de Infantes les abrieron las puertas al grupo de V.O.S. que bajaba de la traffic con pelucas y donaciones para los chicos.
Para acceder al sistema de salud, en La Buena Moza, los pobladores deben acercarse hacia la Ruta 9, a 1 km, y tomarse el micro que pasa cuatro veces en el día. En una escuela funciona la primaria, secundaria, adultos y jardín, a la que una vez por año los visita el “camión sanitario” de la obra social OSPRERA. Así, un 80% de la población es la única vez que consultan al odontólogo y al oculista.
La recepción había sido muy buena; cerca de cincuenta niños y niñas, de una matrícula de setenta, corrían y jugaban en el patio de la escuela en un día diferente en su rutina. “Tosquita” ahora era “Violet”, quien junto a Antonio y a Pepa les mostraba a esas almas inquietas cómo lavarse los dientes. “¡Tres veces al día!”, coreó un grupo cuando preguntaron la frecuencia del cepillado…”¡El de la noche!”, se escuchó ante la duda sobre el más importante.
Luego, a las tareas del día anterior se sumaba una campaña de vacunación barrial contra la Gripe llevada a cabo en cooperación con el área de Salud, y la Odont. Marina Galati, directora del Hospital.
Al mediodía, un aroma a salsa casera inundaba el lugar; eran las cocineras de la escuela que tenían preparado el almuerzo: tallarines con salsa bolognesa. Invitado por las directivas, el presidente del Consejo Escolar, Jorge D’andrea, se disponía a compartir el almuerzo junto a las madres que también se habían hecho presente, en lo que para él había sido una “jornada solidaria muy buena” y donde “llamaba mucho la atención ver cómo trabajaban los voluntarios y cómo se predisponían los chicos”.
Para la hora de la topicación con flúor, Jime, otra voluntaria, arribaba de la ciudad de las diagonales; en un gran círculo humano menores y adultos se cepillaban los dientes con una crema poco agradable al gusto pero amiga de la salud bucal. El flúor es un compuesto de acción tópica que al ponerse en contacto con la superficie del diente lo refuerza y lo protege de los ácidos y de las caries. Es recomendable usar en los más chicos, por lo que de aquí en adelante deberán ser las maestras quienes hagan sus propias rondas cada seis meses con los cepillos y el flúor que V.O.S. les donaba. Ante la duda, un manual de educación para la salud quedaba ahí para ayudarlas.
Minutos después, un abrazo tímido de Milagros, al compás de un “¡no se vayan…!” estremecía a una de las visitantes –quien prometía el regreso- y daba el cierre a esta jornada.
SOY DOCENTE DE LA TOSQUERA Y PARTICIPE DE ESTA JORNADA TAN ESPECIAL. QUIERO FELICITAR DE CORAZON A TODOS LOS JOVENES QUE SE ACERCARON CON TANTAS GANAS DE AYUDAR A QUIENES TANTO LO NECESITAN. ADMIRO LA BUENA PREDISPOSICION PARA LLEVAR A CABO ESTAS JORNADAS. GRACIAS POR EL AMOR QUE LES BRINDARON Y LA DULZURA CON QUE LOS TRATARON A TODOS.MIS FELICITACIONES!
Mil felecitaciones chicos! Participe de la jornada en La Tosquera y me hizo muy feliz ver con la dulzura que trataron a todos los alumnos. Admiro su buena predisposicion para este tipo de actividades. Gracias y ojala contemos otra vez con su presencia.
hola! como llego desde san pedro (barrio los andes) a el ctro de salud. (la buena moza), disculpen mi pregunta, no conozco el lugar, es peligroso ir en auto dp de las 22hs, hay remises ahi, cuanto me puede salir hasta el b los andes. Quisiera tomar un cargo, no tengo auto y no se bien como llegar. gracias saludos!!!!!