Néstor Sclauzero: «La profesión nos embrutece»

NESTOR SACLAUZERO: «LA PROFESION NOS EMBRUTECE» Charla sobre el desafío del Periodismo y la libertad de expresión en tiempos del Bicentenario
En el marco de la Cátedra Abierta del Bicentenario, organizada por El Centro de Estudios para el Desarrollo Local (CEDEL) y el Instituto Superior de Formación Técnica 118 se llevó a cabo el jueves por la noche una charla en el Salón de Actos de Escuela Normal .La disertación estuvo a cargo de los periodistas Fernando Ruiz y Néstor Sclauzero quienes abordaron la cuestión desde lo conceptual, las experiencias y las propuestas.“Desde CEDEL creemos en el valor de la libertad de expresión en todos los ámbitos de la comunicación, algo sustancial para promover un proceso de desarrollo sobre las bases de la verdad con responsabilidad y honestidad intelectual para comunicarla.Sobre esta creencia y, coincidiendo con el Bicentenario de la Primera Publicación de la Gazeta de Buenos Ayres – hito histórico del periodismo argentino -,consideramos oportuno recrear un espacio en donde las ideas y las personas se encuentren. Un espacio donde la discusión entre los participantes sea franca pero a la vez democráticamente respetuosa hacia las diversas ideas de los otros, libremente expresadas” expresan los integrantes del CEDEL.El primero en disertar fue Fernando Ruíz quién habló de la importancia de la sociedad civil en la democracia: «Estámos muy contentos de participar de una charla organizada por una Asociación civil preocupada por el desarrollo de la ciudad. Nosotros también somos una asocicion civil preocupada por el desarrollo de la comunidad y creemos que nuestro rol como ciudadanos no se agota en mirar que es lo que hacen los funcionarios. Por supuesto que tenemos que mirarnos de cerca, pero también tenemos que actuar, tenemos voluntad, tenemos corazón, tenemos una inteligencia colectiva, todos y el país y las profesiones específicas dependen del compromiso de cada uno de nosotros. En las sociedades más desarrolladas, uno puede ver claramente, no sólo gobiernos más eficientes y a veces menos corruptos sino que también tienen una sociedad civil más fuerte. O sea es una condición del desarrollo la fortaleza de la cociedad civil». Luego resumió el rol de los medios desde la renovación del gobierno constitucional en el ’83 hasta el día de hoy: «Como el título era, periodismo en el bicentenario, no se asusten no voy a contar una historia de dos años del periodismo. Pero si voy a hacer una microhistoria del periodismo desde la última recuperación democrática desde 1983 porque entiendo que es útil para enmarcar la actual situación. Es muy difícil entender una sociedad, como es dificil entender una persona sin conocer su biografía y por lo tanto alguna reflexión histórica de marco tenemos que tener para poder entender el momento que vivimos».Luego continuó: «Nosotros queremos en esta charla, tratar de ofrecer algún marco de análisis para entender al periodismo y cuando nosotros le preguntamos a los ciudadanos en la calle a veces recibimos respuestas muy unidimensionales, el periodismo es un actor político o el periodismo solo le interesa el lucro».A su término Néstor Sclauzero habló del periodismo como profesión: «Esta profesión embrutece, porque tenés que andar de un lado para el otro, no tenés tiempo de leer, no tenes tiempo a veces de hacer determinadas cuestiones que finalmente se notan en la calidad del trabajo, no estoy buscando justificativo porque en realidad FOPEA tiene, desde el momento que surgió, una postura bien crítica de los que es el periodismo. Nosotros nacimos con la idea de criticarnos y partimos de la base de que el periodismo que estamos haciendo no es un periodismo de cálidad yo diría que no es bueno». Sclauzero hizo una valoración sobre la prensa: «Yo creo que no tenemos un periodismo de calidad si lo vemos con otros periodismo, en lo gráfico sobre todo, con otros países de América latina, estamos mejor, dicen algunos. Yo creo que todavía no tenemos esa calidad y como embrutece, en el buen sentido de la palabra, esta actividad del día a día, lo digo en 1º persona yo voy de una radio a la otra, a dar claces, luego al programa de televisión y esto nos genera esa realidad que es bien dura para el desarrollo de la profesión y que a nosotros nos interesa tener una mirada crítica. Ver desde el mejoramiento de estas actividades no señalando a nadie, no diciendo vos hacés las cosas bien, yo hago las cosas mal o las cosas se hacen así. Sino que nuestra misión es proyectar nuestras reglas de juego, observar determinadas situaciones en otros lados, en otros ámbitos y muchas veces nos damos cuenta que lo que le pasa al otro también influye de una manera importante como creemos que a veces nos influye a nosotros mismos. Es decir, creemos que lo que nosotros nos pasa al otro no le sucede, recién les decía a algunos colegas aquí lo que le sucede a muchos periodistas de muchos lugares pequeños es exactamente lo mismo que les pasa a un periodista de primera línea de un gran medio como puede ser Clarín o La Nación», ejemplificó.
En una exposición de casi 60 minutos se dicen muchas palabras y es responsabilidad de cada uno de los que oyen, o en su caso leen, discernir cual es el mensaje de fondo que está atrás de lo anecdótico y lo referencial.
En mi caso rescato el mensaje de autocrítica que hacen -y reclaman- quienes trabajan en los medios; tal vez no en su totalidad pero si en su mayoría.
Y me pregunto si no es necesario que esa autocrítica se instale en otras profesiones y en otros sectores de la sociedad.
Es frecuente que a políticos y periodistas les exijamos ética.
Y esto es comprensible: los primeros trabajan con nuestro presente y nuestro futuro y los segundos manejan –en el buen y único sentido- a un preciado valor como es la verdad.
De ahí que extraigo como dos grandes columnas de la exposición de Sclauzero y Ruiz a la necesidad de instalar un sentido y una lógica de autocrítica en la sociedad que no sea paralizante, y un criterio ético como guía del accionar de quienes hacemos anónimamente y día a día la sociedad .
Ricardo Giallorenzi, presidente de CEDEL