Dos ministros de Scioli denunciaron a una ex diputada y la relacionaron con el PJ disidente

El gobierno bonaerense le apuntó los cañones al PJ disidente por los hechos de violencia que sacudieron el fin de semana a la ciudad de Baradero, y al insistir con que allí actuaron «infiltrados» y «agitadores», afirmó que una dirigente presuntamente vinculada a ese sector promovió los incidentes registrados tras la muerte de dos adolescentes. Sin embargo, la identificación oficial de esa «agitadora» abrió una dura polémica, porque en Unión Pro sostienen que la dirigente aludida no pertenece al sector.
La administración de Scioli puso la lupa, concretamente, sobre Gloria Morales, una ex diputada provincial. «El ministro de Seguridad nos contó que aparecían en diferentes focos de la ciudad este tipo de personas, que había una concejal del PJ disidente, la señora Morales, que estaría agitando muchas de estas protestas», afirmó ayer el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez. Pero el concepto contenía algunos errores notorios y fácilmente verificables.
Morales, oriunda de Baradero, fue diputada provincial del PJ (2001-2005) y actualmente no es concejal ni ejerce ningún cargo electivo. Su hermano Juan Domingo, a quien también le apuntó la denuncia de la Provincia, fue candidato a concejal en los últimos comicios por el Partido de la Victoria, uno de los sellos utilizados por el kirchnerismo. Y diversas fuentes políticas de Baradero descartan que los Morales estén militando ahora dentro de los márgenes del PJ disidente.
Con todo, para el gobierno provincial, Gloria Morales «agitó», desde el PJ disidente, los incidentes registrados tras la muerte de los adolescentes Miguel Portugal y Giuliana Giménez en un confuso episodio que incluyó a inspectores municipales. Y la acusación disparó una fuerte polémica.
La diputada de Unión PRO de la segunda sección electoral, Nancy Monzón, dijo que se trata de «una mentira». Y añadió: «No sólo no conocen Baradero sino que tampoco a los dirigentes y lo lamentable de esto es que el jefe de Gabinete de Scioli y el ministro de Justicia compran una operación podrida».
SOSPECHA FIRME
La legisladora se refirió así no sólo a las declaraciones de Pérez, sino también a las del ministro Casal, quien afirmó que existe «una sospecha muy firme» acerca de que hubo una «intencionalidad política muy clara» en la pueblada de Baradero.
«No decimos que ella sea la infiltrada. (La supuesta concejal) estaba teniendo claras acciones de promover los disturbios que en momentos en que la gente no está en situación emocional normal, termina en muchos casos como éstos, y más cuando existían infiltrados», señaló el jefe de Gabinete.
A su vez, Casal calificó de «movilización destructiva» la manifestación de repudio del domingo último que derivó en serios incidentes y destrozos en la sede comunal.
Además, comentó que si el Poder Judicial los autoriza, en los próximos días podrán revelar algunos datos que evidencian que los incidentes del fin de semana «no sólo son extraños al episodio, sino que claramente demuestran que hubo personas con intencionalidad política de provocar un caos en Baradero».
«Una cosa es pronunciarse con bronca por la muerte de dos chicos, y otra es destruir un patrimonio público e incendiarlo, quemar expedientes, provocar un caos, atentar contra una radio», dijo el funcionario.