Denunciaron al Intendente Aldo Carossi por: Hostigamiento y acoso personal reiterado y persistente

En la sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Baradero, realizada el martes por la noche en el salón de reuniones del H.C.D., los ediles tomaron conocimiento de la denuncia que realizó la agente municipal Silvia Marcela Cristella contra el intendente Aldo Carossi por HOSTIGAMIENTO Y ACOSO PERSONAL REITERADO Y PERSISTENTE soslayar aspectos que puedan llegar a configurar acoso sexual.

El texto de la carta dirigida al Dr. Marcelo Elmer, presidente del cuerpo por la mencionada empleada municipal dice lo siguiente.

SR. PRESIDENTE DEL

HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE

DR. MARCELO ELMER

S / D

De mi consideración:

Atento a que como ediles de nuestra ciudad y representantes de los intereses e inquietudes de cada uno de los ciudadanos, por lo tanto veladores de la tutela e integridad psicofísica de los trabajadores de este municipio a fin de que los mismos nos desarrollemos aptamente para un mayor rendimiento y vocación de servicio, libres de hostigamiento, la suscripta, agente municipal Cristella Silvia Marcela, D.N.I. Nº 20.016.786, Legajo Nº 841/1, quien presta servicios para este municipio desde el año 2001, primero como maestra jardinera en jardines rurales, luego como maestra en el Hogar del Niño y más tarde como empleada en el sector Rentas y posteriormente como abogado afectado al tratamiento extrajudicial de deudas, vengo por el presente ante tan Honorable Cuerpo y digo:

Que vengo a denunciar al Intendente Aldo Mario Carossi por HOSTIGAMIENTO Y ACOSO PERSONAL REITERADO Y PERSISTENTE sin soslayar aspectos que puedan llegar a configurar acoso sexual.-

Que a mediados del año 2008 me presento en el despacho del Sr. Intendente afín de hacerlo partícipe de un proyecto de recaudación extrajudicial en el área de rentas, siendo un nexo entre Rentas y Asesoria Letrada. Que estando presente la Sra. Sartor la hace retirar. Que me atiende con mucha diligencia y familiaridad besándome la mejilla a pesar de no haber estado nunca en contacto conmigo, ya que sólo lo había visto en los medios y una vez a fin de año y desde lejos cuando bajó a brindar con los empleados. Que me presta mucha atención mientras hablo. Que al finalizar le digo que quería trabajar con este proyecto y que lo único que pretendía era una modificación de la categoría, es decir, igual que los demás abogados, pero sin honorarios. Grande fue mi sorpresa cuando sus palabras, con una expresión muy agradable, fueron, “…está muy bueno, pero porque vas a pretender sólo categoría, me extraña, sos abogada. Y seguidamente…fuiste a cenar alguna vez a Puerto Madero? Que te parece si algún día de estos combinamos algo, charlamos del proyecto y vemos como termina la noche? Viste que acá no se puede hablar tranquilo, esto es un mundo de gente que entra y sale…”. A continuación añadió…comenzá a trabajar y lo vamos viendo. Continuó la charla un rato más, me despidió con una sonrisa, otro beso y bajé la escalera. Así es como comencé a trabajar, aún sin elementos, pero con mucho entusiasmo. No le di demasiada importancia a sus palabras ya que carezco de mojigatería, he trabajado entre personas de ambos sexos desde los quince años, aún hoy lo sigo haciendo y nunca he tenido problemas. En otro momento volví a subir para darle cuenta de los adelantos de las gestiones de la recaudación, con un amplio detalle del mismo y otra vez estaba solo en el despacho, nuevamente muy amable y diciendo “…y, lo pensaste?”. Obviamente, pasé por alto su pregunta e hice como que no escuché. A partir de ese momento su cara cambió y dejó de lado la amabilidad, es más, ni siquiera escuchó las cifras que le daba. Así es como desaparecí a los ojos del Sr. Intendente para todo lo que tuviera que ver con lo laboral, nunca más me pudo atender, un expediente muy importante y urgente que le subía y que era para recaudar, lo tenía un mes, casi había que rogar para que lo pasara, hasta que directamente me cansaba y no insistía. Nunca me proveyó de una computadora para trabajar, siempre trabajé en la computadora que me prestaba algún compañero o alguien que faltaba, el escritorio, cuatro latas viejas unidas por una bolsa de nylon, tuve que ir a buscarlo por mis propios medios a un galpón y peleárselo a una persona de su agrupación que no me lo quería dar, y si conseguí algún elemento de trabajo siempre fue sólo por la amabilidad y deferencia de los compañeros de trabajo. El mencionado escritorio desapareció unos días después del 21 de marzo junto a la carpeta en que estaban todos los memos dirigidos al Sr. Intendente, siendo que sí estaban luego del incendio ya que los ví cuando fui a limpiar junto a mis compañeros. Atento a las diferencias que existen entre el Intendente y mi cónyuge, y que son públicas y notorias para todo este Honorable Cuerpo, es que siempre callé lo sucedido, evitando darle al tema mayor trascendencia y así continúe ejerciendo mis labores con diligencia y entusiasmo como pueden dar fe las personas que me rodean. Así fue como callé cuando supe que ante un testigo presencial y en compañía de otro integrante del ejecutivo el Sr. Intendente utilizó una expresión soez y descriptiva del acto sexual y relacionada a mi persona, pero atento al respeto que tan Honorable Cuerpo me merece, no puede ser reproducido en este ámbito, pero sí en privado, ante quien corresponda y con la presencia del testigo referido.-

Así es como siempre he aceptado las reglas del juego de trabajar en un ámbito público, sabiendo que si uno no cedía a determinados requerimientos, por más que se preparase, nunca tendría oportunidades de crecer. Pero al día de la fecha la indiferencia se ha transformado en agresiones directas, reales, concretas, tales como:

– acusaciones públicas, en infinidad de medios de comunicación y sin fundamento de haber participado junto a mi familia en la destrucción del palacio municipal,

– en la confección de presumarios y sumarios administrativos con causas inventadas por su mente y apoyado por empleados obsecuentes y temerosos de decir la verdad,

– En una vigilancia extrema de mis actos, traducida en presentar una autorización rubricada por la Directora del área y presentada ante el director de personal para ir desde las instalaciones del correo hacia el palacio municipal,

– Presentación de certificaciones del Juzgado de Paz o Secretaria de Trabajo donde se fije hora de entrada a una audiencia y hora de salida, y que no se piden a ningún otro abogado del municipio.-

– Acusaciones permanentes de ser quien brinda información a los medios de cualquier cosa que sucede dentro de las instalaciones y que son públicas y conocidas hasta para los proveedores o público que asiste a abonar sus tasas.-

El autor Piñuel y Zabala define el perfil del acosador como un individuo con una personalidad psicopatica, con alteración del sentido moral y ausencia de culpabilidad, cobarde, mentiroso compulsivo, con gran capacidad de improvisación, mediocre y con complejo de inferioridad, que además necesita el secreto, la vergüenza de la víctima y los testigos mudos. Un mediocre inoperante activo (Mia, Gonzales Rivera).-

Y considerando que al día de la fecha mi salud física y mental se ve afectada por todo este acoso, denominado en el ámbito del derecho como mobbing, es decir, una serie de comportamientos vejatorios, molestias o situaciones negativas que tiene su centro en el ámbito laboral, por acción de uno o más sujetos en relación con otro sujeto que, como consecuencia de estas conductas, ocasiona en este una mayor y creciente repulsión hacia el ambiente del trabajo mismo.

Y considerando que no sé cual es el límite, si es que lo tiene, el capricho insolente del Sr. Intendente, en no permitirme trabajar sin presiones, que es lo que corresponde, su afán de quebrar mi voluntad para que renuncie, es que informo al H.C.D. que no voy a permitir que el Sr. Carossi, por más cargo, dinero e influencias que tenga ensucie mi legajo y mi dignidad, de lo único que soy poseedora después del esfuerzo de años, le he tolerado las habladurías de pasillos y los chismes inventados desde su entorno directo, no le he dado trascendencia ya que los he tomado como tal, banalidades. Pero hoy, al llegar al extremo de verse afectada mi salud, he iniciado querella criminal contra el Sr. Intendente Aldo Carossi ante la Cámara Penal de San Nicolás. Al día de la fecha estoy con una licencia médica a fin de resguardar mi salud psicofísica y así es como con dinero que sale del bolsillo del pueblo me deberán seguir pagando el sueldo, aún sin presentarme a mi puesto, por los caprichos irrazonables del Sr. Intendente.

Ofrezco toda la prueba que sea necesaria si este Honorable Concejo lo requiere, así como aprovecho la oportunidad para que todo otro empleado de carrera y que desea trabajar seriamente se acerque y denuncie lo vejámenes a los que se ve sometido, atento a que no soy la única en padecerlos, afín de iniciarle una causa colectiva por daños y perjuicios por acoso laboral, tanto a él como a su entorno directo, de corresponder.

Esperando que este cuerpo tome las medidas que crea pertinentes, aprovecho la oportunidad para saludar atte.-

Dra. Silvia Marcela Cristella, abogada.-


Fuente: Baradero Hoy.

Foto: Baradero Te Informa.

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