Violencia, tortura y robo en Santa Coloma
Dos abuelos hermanos de 77 y 74 años que viven en la zona rural de Santa Coloma, Orlando y Marcelo Hunziker; sufrieron la visita de cuatro personas armadas que los redujeron, torturaron y maniataron a una cama donde los dejaron atados por mas de dos días.
“Llegaron y preguntaron por lechones, después sacaron las armas nos dijeron ser policías, nos tiraron en el piso, nos pegaron patadas, revolvieron todo y se llevaron la plata”.
Los propios protagonistas nos relataron que los asaltantes actuaron a cara descubierta y los torturaron psicológicamente diciendo que los iban a matar: “uno dijo trae la motosierra que le vamos a cortar las patas”.
“Estuvimos todo el tiempo atados, sin tomar ni siquiera un poco de agua, unas horas mas y no contábamos el cuento”.
Los delincuentes llamaban a estos hermanos por su nombre por lo que sospecha de un entregador: “nosotros tenemos animales y trabajamos el campo, nos llevaron bastante dinero en efectivo”.
“Nos pusieron separados una en cada habitación, nos pelamos las piernas y las manos tratando de cortar los cables con los que nos ataron, pensábamos que nos moríamos porque nadie venia”.
El hijo de uno de ellos llego alertado por su tía ya que ninguno de los hermanos contestaba los llamados, intentó pedir colaboración policial en el destacamento de Coloma pero estaba cerrado: “La ambulancia no andaba y la de Pórtela tampoco”.
“La patrulla rural no anda nunca, pasan para pedir plata nada mas”.
Por ultimo, Orlando; refirió: “que vamos hacer nosotros contra cuatro tipos armados, no tenían ninguna necesidad de dejarnos así, casi condenados a morir”.
La inseguridad golpeó a estos abuelos, hombres rudos, trabajadores de campo que seguramente volverán a intentar llevar una vida que nunca mas será normal.
¿Con que necesidad estos mal nacidos tenían que golpear, torturar y dejar atados con la única intención de provocar la muerte de estas personas?.
Deberán las autoridades mejorar el sistema de seguridad de nuestro pueblo y también buscar a los chacales, quizás más peligrosos que los propios autores del robo; que se dedican a marcar a las futuras victimas.
FUENTE: Baradero Te Informa.