Mariano Veiga visitó junto a otros funcionarios y empresarios el puerto Francés de Le Havre

En la Argentina se vive una paradoja logística. Una gran parte de los productos, sobre todos agroalimentarios, que tienen por destino final a Francia, no ingresan por el puerto de Le Havre, sino por Amberes, en Bélgica, o Rotterdam, en Holanda. Y esto genera tiempos de tránsito y extra costos que afectan la competitividad de los exportadores.

Para intentar revertir esta tendencia, una delegación compuesta por empresarios y funcionarios portuarios bonaerenses se acercó hasta Le Havre para conocer las últimas novedades del enclave francés.

“Si se ingresa por Le Havre, el tiempo de tránsito hasta el mercado concentrador de Rungis, en París, es mucho más corto. Lamentablemente, estamos entrando por Rotterdam y el mayor tiempo de tránsito (ocho horas) genera altos costos de flete”, al medio Transport & Cargo Mariano Veiga, presidente del Consorcio de Gestión Puerto San Pedro. Para San Pedro, un puerto que basa su operatoria principal en la exportación de frutas, es vital lograr la mejor ruta y la más aceitada logística para competir en el exigente mercado europeo, de allí su presencia en la misión comercial.

Le Havre viene de finalizar un proceso de ampliación que demandó inversiones por 1.500 millones de euros. Con este emprendimiento denominado Port 2000, ahora, dispone de nuevas capacidades para tratar el tráfico contenerizado y la posibilidad de recibir a los mayores buques porte contenedores que hoy operan en el mundo.

Ya se encuentran en operaciones la Terminal de France, operada por la Générale de Manutention Portuaire, y la Terminal Porte Océane, operada por la compañía Perrigault, asociada al grupo Maersk. En poco tiempo más se añadirá la Terminal TNMSC. A mediados de 2007, se inició la segunda fase de trabajos de 2.100 metros de muelle adicionales. Se estima que en el plazo de menos de diez años, se triplicará la capacidad del puerto en materia de contenedores.

Nos esperan

El puerto europeo es un punto de entrada natural para las mercancías perecederas con destino a plataformas de distribución situadas en la región parisina y que abarcan la casi totalidad del abastecimiento francés. Los importadores o exportadores tienen acceso a instalaciones para tratar los tráficos bajo temperatura dirigida. Se trata de almacenes privados para los productos frescos y congelados, y almacenes públicos para frutas y verduras.

Le Havre es el primer gran puerto en el eje de navegación canal de La Mancha / Mar del Norte, por el cual transita la cuarta parte de los intercambios del planeta.

En 2008, el Estado francés implementó una reforma portuaria que apunta a simplificar y racionalizar la organización de la manipulación portuaria. De allí, surgió la conformación de un eje logístico sobre el río Sena que comprende al puerto de Le Havre, sus pares de Rouen y París, y la terminal de cargas del aeropuerto Charles de Gaulle.

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