Auxiliares definieron un nuevo paro
Los auxiliares de la educación resolvieron realizar una nueva protesta que -a juzgar por las que le precedieron- se sentirá con fuerza en las escuelas públicas de la Provincia.
Lo que harán será un paro de 72 horas sin concurrencia a los lugares de trabajo, que comenzará el miércoles 28 de abril y se extenderá hasta el viernes 30 inclusive. La novedad es que será acompañado por la toma pacífica y simultánea de los consejos escolares ubicados en cada uno de los distritos.
Así lo resolvieron durante una multitudinaria asamblea que los porteros y cocineros nucleados en el Sindicato de Obreros y Empleados de la Educación y la Minoridad (Soeme) compartieron ayer en el predio sindical de la localidad ensenadense de Punta Lara.
El Soeme considera insuficiente la suba del 19% y reclama un aumento salarial de $ 430, para que los trabajadores que cumplen la imprescindible función de alimentar y asistir a los alumnos puedan salir de la pobreza (y en algunos casos de la indigencia).
Los argumentos son sólidos: sus haberes rondan los $ 1.500 -son los más rezagados del sector estatal- y obviamente no alcanzan.
El reclamo es respaldado por la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires (Udocba), cuyo secretario general, Miguel Angel Díaz, se acercó al camping para expresarlo de manera personal.
Tras agradecer el apoyo, la dirigencia del Soeme adelantó que también buscaría el respaldo del líder de la CGT, Hugo Moyano, con el que se reunieron horas más tarde.
El encuentro se dio en la sede local del sindicato de camioneros, donde el dirigente se comprometió a plantearle el reclamo al gobernador Daniel Scioli.
La falta de respuestas de la administración provincial frente a los fundamentos que vienen exponiendo es lo que llevó a los trabajadores a redoblar la apuesta.
Incluso deslizaron la posibilidad de ajustarse al reglamento. Eso incluiría la devolución de las llaves de los establecimientos -ya que son las directoras las que tienen la obligación de abrirlos- y retirarse de los mismos ni bien finaliza el horario. “Muchas se quedan después de hora porque los platos no alcanzan para alimentar a todos los chicos al mismo tiempo”, explicó a Hoy la secretaria de Prensa del Soeme, Susana Mariño.