Abusos en el Jardín Belén: Mattiussi no declaró mientras que Ojeda y Rubíes se manifestaron inocentes
Tal como adelantábamos el lunes, cinco años después de ese primer testimonio, en el Tribunal Oral Criminal Nº2 de San Nicolás de los Arroyos comenzará el juicio contra el sacerdote Tulio Mattiussi, el portero Anselmo Ojeda y la preceptora María Luján Rubíes. Los tres están acusados de abuso sexual simple agravado.
Entre el jueves y viernes sería el turno de los testigos aportados por la defensa de los imputados y los alegatos finales.
Cabe destacar que el cura Mattiussi no declaró mientras que Ojeda y Rubíes se manifestaron inocentes.
Matiussi
El sacerdote Tulio Matiussi decidió hacer uso de su derecho a no declarar en la causa que lo implica. Fue su representante quien se expresó ante las autoridades competentes. El letrado comenzó marcando que «el señor necesita declarar» pero que «quiere gritar su verdad y su inocencia frente a un tribunal imparcial». El abogado Marchetti acusó en reiteradas ocasiones que los representantes de la Justicia utilizan «formas y modos desde abril que nos dan la certeza de la parcialidad». Por tal motivo, entiende que «todo lo que diga (Matiussi) va a ser desoído» y eso lo lleva a hacer reserva de declarar ampliamente en la causa.
Rubíes
La preceptora María Rubíes fue la primera en tomar la palabra para prestar declaración. Con guía de su abogado, el Dr. Ares, la mujer aseveró que con la cantidad de tareas que realizaba no tenía ningún tipo de margen horario como para dar lugar a la sospecha de lo que se le acusa; «mi tiempo no me alcanzaba para nada», dijo.
Rubíes hizo hincapié en que su estado de salud se deterioró a causa de la acusación que sobre ella recae: «Para mí fueron dos cárceles, la enfermedad de mi cuerpo y esta denuncia. Me enfermé de cáncer por esto, que es una calumnia muy grave. Me destrozaron la vida». También resaltó su participación activa en la iglesia católica, destacando que la parroquia (a cargo de Matiussi y marcada como un lugar sospechado de escenario de abusos) es su «segunda casa», donde brindaba clases de catequesis y tocaba la guitarra desde temprana edad. Además, comentó: «yo fui al Jardín Belén. Fui la primera promoción».
Ojeda
El entonces portero de la institución, Anselmo Ojeda, declaró: “no era mi función nada vinculado con los chicos. No entiendo cómo de la noche a la mañana llegué acá. Intenté, intento, ser una buena persona pero no deja de ser una pesadilla». A su vez, como la preceptora, manifestó su «total inocencia», refiriendo «no cabe en mi cabeza toda esta acusación».
Al momento de elevar la causa a juicio oral, el fiscal Hernán Granda habló de “abusos que se realizaban tanto en forma individual o colectiva” dentro del jardín. Además, especifico que las violaciones se daban con “los otros compañeritos como testigos” y que se producían en “la zona de baños, cocina, patios, SUM y dentro de la Iglesia San Roque contigua al jardín, donde el cura Tulio Mattiussi oficiaba como sacerdote”.
Los testimonios de los chicos, fueron las principales pruebas de las que se valió la justicia para avanzar en el expediente. En esas declaraciones, a las que accedió Infobae, se revela un infierno explicado con palabras infantiles.
Fuente: con información de diario El Norte.